En la búsqueda de un futuro mejor y más inclusivo, es esencial reconocer y abordar las disparidades de género que aún persisten en la sociedad chilena. Y aunque el camino hacia la igualdad de género no es fácil, es necesario si queremos construir un mundo en el que todas las personas tengan oportunidades justas y equitativas. Ante esta problemática cabe preguntarnos ¿cuál es la mejor herramienta que emerge para impulsar el cambio y el progreso?
Datos recientes sobre la situación de las mujeres en Chile y la educación señalan que en 2022, representaron el 56,7% de las matrículas en pregrado, evidenciando su creciente participación en la educación superior. A pesar de este avance, las mujeres aún enfrentan una brecha salarial significativa (en el mismo año, ganaban un 27,4% menos que los hombres por hora trabajada). Este fenómeno subraya la necesidad de intervenciones específicas, como la capacitación en género, que crea un entorno en el que todas puedan participar activamente en la construcción de un futuro más justo y equitativo.
Otro elemento que nos debe ocupar es la violencia de género, que sigue siendo un problema grave en nuestro país con 41 femicidios registrados en 2023, de acuerdo a cifras oficiales. Estos hechos denotan que la urgencia de capacitación para empoderar a las mujeres es una herramienta para prevenir y abordar la violencia de género, a través de la generación de redes de apoyo que perduran incluso después de concluidas las capacitaciones. Las comunidades se fortalecen cuando las redes de apoyo se activan, sobretodo cuando se promueve una cultura de respeto, igualdad y justicia que involucre a todos los sectores de la sociedad.
Las tendencias emergentes en capacitación en género, como el enfoque interseccional y la orientación práctica e inclusiva, adquieren un significado profundo. No se trata únicamente de una necesidad en términos de bienestar social, sino también de una respuesta crítica a las realidades específicas que enfrentan las mujeres en contextos como el chileno. En este contexto, UdeC Capacita propone una oferta formativa y de certificación que no solo se ajusta a la realidad educativa actual, donde las mujeres tienen un papel protagónico, sino que también responde a la urgente necesidad de cerrar la brecha salarial y formación educativa persistente en Chile.
La formación de alianzas con otras instituciones y la implementación de políticas internas de igualdad de género refuerzan el compromiso de UdeC Capacita con la creación de un ambiente propicio para el cambio.
La capacitación en las áreas de género no sólo es una inversión en conocimiento; es una inversión en el tejido social que define el camino hacia un futuro donde la equidad y la justicia prevalecen. Así pues, tenemos la oportunidad de liderar este camino, respondiendo a las cifras y realidades específicas que enfrentan las mujeres en Chile, y así convertirnos en un actor fundamental en la construcción de una sociedad que valora y promueve la igualdad de género en todos los niveles de la vida.
Link de la columna en Diario Concepción